Compromiso Social
Puertas automáticas, la solución para hogares adaptados y accesibles
Los accesos en una vivienda son un aspecto clave para la calidad de vida, pero muchas veces las infraestructuras residenciales no están diseñadas pensando en la accesibilidad. Las puertas convencionales pueden suponer un obstáculo para personas con movilidad reducida, así como para personas mayores o quienes acceden a la vivienda con alguna carga. Por ello, las puertas automáticas se presentan como una solución eficaz para mejorar la accesibilidad en entornos residenciales. En esta línea, Manusa te ofrece opciones para hacer de tu hogar un lugar más accesible para todos.
Las personas mayores, con movilidad reducida o dificultades de visión enfrentan distintas barreras en su día a día. Desplazarse con una silla de ruedas o muletas requiere un paso amplio y sin obstáculos, pero las puertas pesadas y los mecanismos de apertura incómodos pueden suponer un reto. Lo mismo puede suceder a personas que llevan un cochecito, que van cargadas con las bolsas de la compra o a mensajeros y repartidores. Para quienes tienen dificultades de visión, localizar y manipular un pomo no siempre es sencillo. Además, la necesidad de introducir una llave en la cerradura puede convertirse en un obstáculo adicional para acceder al hogar.
Cómo las puertas automáticas mejoran la accesibilidad
Junto a rampas, elevadores o pasamanos, las puertas automáticas mejoran significativamente la accesibilidad de una vivienda. En el acceso principal de un edificio de viviendas, las puertas automáticas correderas estándar que ofrece Manusa permiten conciliar accesibilidad con seguridad, minimizando el contacto físico y evitando cualquier esfuerzo. Si la arquitectura del edificio dificulta la apertura lateral, se puede optar por una puerta automática batiente. Incluso se puede combinar una doble puerta automática para reforzar la seguridad sin afectar la movilidad de los vecinos.
Al estar restringidos a la comunidad, estos accesos principales se pueden dotar de sistemas de seguridad como un lector de tarjetas inteligentes que ahorra el tener que introducir una llave en un cerrojo. Pero para mayor tranquilidad de la comunidad, ambos tipos de puerta se pueden equipar con una cerradura convencional para garantizar la seguridad en casos de corte del suministro eléctrico o emergencia.
En viviendas particulares, la instalación de puertas automáticas correderas también aporta autonomía sea cual sea la condición de sus habitantes. Dentro del hogar, los sensores de movimiento y presencia o los pulsadores de Manusa pueden hacer el acceso más fácil y cómodo de sus habitantes a aquellas habitaciones que requieran mayor intimidad, como las habitaciones y baños, o cierto aislamiento, como la cocina. Ello permite una apertura sin robar espacio útil, necesario, por ejemplo, para el paso de una silla de ruedas. A la vez, estas puertas aportan seguridad gracias a su sistema de detección de obstáculos. Además, las hojas acristaladas de las puertas facilitan el paso de la luz natural entre los espacios de la casa, pero en caso de privacidad, estas pueden personalizarse de acuerdo al interiorismo del hogar.
Garantizar la accesibilidad en el hogar mejora la calidad de vida. La instalación de puertas automáticas en viviendas y edificios comunitarios elimina barreras, facilita el día a día y aumenta la independencia, seguridad y comodidad de los residentes. Es por ello que invertir en accesibilidad con soluciones como las de Manusa convierte tu vivienda en un espacio inclusivo.