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¿Qué hacer si una puerta automática no cierra?

Una de las averías más habituales en los accesos inteligentes es la que sucede cuando la puerta automática no se cierra. Esto puede ser provocado por un golpe fortuito, una mala instalación, un fallo eléctrico o por no realizar las inspecciones técnicas rutinarias.

Como cualquier elemento técnico, las puertas automáticas pueden dejar de funcionar. Es por ello que es esencial contar con un servicio técnico postventa, además de confiar la instalación de las puertas automáticas a profesionales.

En Manusa trabajamos de la mano de nuestros clientes en el diseño, la fabricación, la instalación y el mantenimiento de cualquier acceso inteligente.

Averías más comunes

Algunas causas, razones y casos que impiden que una puerta no cierre de forma automática pueden ser las siguientes:

  • La puerta automática se abre pero no se cierra
  • La hoja se mueve un poco, se para y vuelva hacia atrás
  • El mecanismo está bloqueado
  • Algún elemento no está bien ajustado
  • El motor no tiene fuerza para mover las hojas de vidrio

En estos casos -ya sea una puerta corredera, batiente, abatible u otro modelo- debemos ponernos en contacto con el servicio técnico. Tras escuchar el caso, si la puerta es de Manusa, nuestros profesionales resolverán la incidencia de manera remota y si no es posible se personarán en el lugar para valorar el estado de los componentes de la puerta (motorización, hojas, accesorios, etc.) y aportarán la mejor solución para lograr que la puerta automática cierre con normalidad.

Si la puerta no se cierra de forma completa, el mejor consejo y recomendación es no manipular el producto de forma no profesional. Con ello podríamos deteriorarlo y sería contraproducente.