Innovación y Diseño

Las puertas automáticas en los bancos

Por su condición, las sucursales bancarias deben contar con medidas de seguridad para evitar robos. Poco a poco estos espacios están eliminando las puertas manuales en favor de los accesos automáticos. En algunos casos es común que el usuario deba pulsar un timbre y esperar a que un empleado le abra la puerta para poder entrar.

En otras oficinas de bancos o entidades financieras esta opción está automatizada. Normalmente, la persona accede al edificio y pulsa un botón. Automáticamente la puerta que ha dejado atrás se cierra totalmente para dar lugar a la apertura de otra puerta que tiene delante.

Los bancos tienen puertas automáticas por razones de seguridad pero también de comodidad para trabajadores y clientes. La automatización de los accesos ya es algo común en la mayoría de sectores de la sociedad, también en la banca. Por ejemplo en las entradas suele ser habitual la presencia de una puerta corredera estándar o giratorias que permiten la circulación de personas de manera fluida.

La puerta del cajero automático

Además, existen oficinas bancarias que están abiertas 24 horas porque cuentan con un cajero en su interior. Como es sabido, el usuario puede entrar y automáticamente la puerta se cierra para que extraiga o envíe dinero sin preocuparse porque alguien pueda entrar a robar. Este sistema automático dota de una seguridad mayor para el cliente frente al usuario que hace uso del cajero que está en la fachada del banco, en la calle.

A esto se suma que todas las puertas del banco deben contar con medidas de seguridad frente a incendios, explosivos u otras situaciones trágicas o de emergencia.

Manusa, empresa líder en la creación, diseño y desarrollo de todo tipo de accesos inteligentes, ofrece puertas automáticas idóneas para oficinas bancarias. Los materiales empleados en la fabricación cumplen con estrictos controles de calidad y esto garantiza que el funcionamiento de las puertas es perfecto.

Además, al tener delegaciones propias en naciones como China, España, Brasil, Portugal y Emiratos Árabes unidos y presencia en más de 80 países hace que los productos puedan ser instalados en cualquier banco del mundo.